El sonido se propaga por el aire, como un gran globo, que se expande de forma uniforme en todas direcciones.
Para que un sonido sea generado y oído, tiene que haber una fuente y un medio donde se propague para llegar al receptor.
Para el propósito de este blog, asumiremos que estamos hablando de comunicaciones de voz normales. La fuente es la voz o un altavoz, el medio a través de la cual se transmite es el aire y el receptor es el sistema auditivo humano.
Como el sonido en nuestro caso es generado por la voz, las cuerdas vocales actúan como un diafragma que hace que las moléculas de aire se exciten y se muevan en todas las direcciones, a una velocidad de 345 metros por segundo.
Un trozo de onda sonora la podemos caracterizar como compresiones y expansiones de presión.