Ayer mientras veía el televisor me preguntaba para quién escribo mis canciones. No me siento identificado con la gente que aparece en este medio. Cuando el aspecto marca la diferencia entre éxito y desaprobación. Cuando los valores materiales han desterrado a el camino del crecimiento personal. Porque nos estamos llenando de mentes vacias, mentes simples que deambulan buscando la comodidad, huyendo de los problemas, que al final son los que nos instruyen. Probablemente ni yo se lo que digo, ni tu lo entiendes.